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Mostrando entradas de enero, 2008

ALGUIEN ROBO MI CORAZON Y NO ME LO HA REGRESADO

P robablemente lo vendió a alguien en el mercado, Porque a veces siento que no soy de mí mismo. O Tal vez lo arrojó al basurero, para olvidar el pasado, Y es que, también a veces me siento valer ni un centavo. Igual y optó por esconderlo en un cajón, y dejarlo sufrir; Porque siento que no soy de aquí, necesito mas espacio. Probablemente lo tiene lleno de agujas y hechizado... Porque duele, aunque (lo admito) me e acostumbrado. Alguna vez pensé que estaba latiendo, enterrado; Sentía el mundo encima, un peso enorme, acabado. Pero entonces, sentí volar, como si un ave me hubiera raptado, Y, aunque volaba alto… sentía sus garras lastimando. Agradezco , A la persona que me lo robó, pues si aquel delito me obligó a sufrir, también me obligó a Crecer a encontrarme y creer en mí... A levantarme, a Soñar, a Triunfar!!! Es cierto, No hay mal que por bien no venga; No hay Éxito sin sacrificio... No hay Amor sin Dolor. Jorge A. Gauna Escribiendo un Libro...

¿Quien eres?

Imagínatelo: E xistía un hombre.... Común y corriente como tu, o como yo, Este hombre vivía lejos de una civilización, Podríamos decir que en otra civilización completamente distinta a la antes mencionada. Un día decide conocer nuevos rumbos, y “huye” Hacia el pueblo más “cercano” para instalarse por definitiva. El pueblo lo recibe con agrado y el hombre se siente feliz. Comienza a entenderse con la gente de aquel lugar y Poco a poco logra tener la confianza completa de mucha gente. -hombre sabio- decían. Pero el hombre tenía un pasado, un pasado que a nadie Había contado, tal vez difícil de recordar. Vivía el hombre, en las cercanías del bosque y nunca nadie había entrado en su casa. Pero un día unos ladrones irrumpieron de noche en su hogar , robaron todo el poco dinero que había dentro y huyeron. El hombre manchado por la desconfianza de aquel Sitio se fue, para no despertar problemas. El hombre conquistó probablemente

La Extraña Enfermedad del Rey

Según una leyenda antigua, hace cientos de años en un reino, se convocó a todos los Magos, Alquimistas del reino y Curanderos, pues el Rey estaba enfermo gravemente. El joven Rey se sentía cansado, sin fuerzas ni motivos para seguir viviendo, nadie había sido capaz de diagnosticar la extraña enfermedad que tenía en cama al rey, y que lo alejaba diariamente de sus labores dentro del reino y, aunque algunos pasados de listos le dieron medicina al azar, el Rey no mejoraba. Un buen día se presentó un pobre hombre del pueblo, quién tristemente observó el momento en que el Rey era llevado nuevamente de urgencia al curandero, en ese momento y, al ver al Pobre Rey en tan mal estado ( jamás lo había visto ya que el Rey nunca salía del castillo pues se dedicaba sólo a administrar el dinero ), ordenó a los vasallos a vestirle, y que le preparasen un banquete. En un principio todos le miraron atónitos, pero el rey, en un suspiro inusual inclinó su cabeza indicando así, que le hicieran ca