Esperando la Luz Verde
Fui bajando la velocidad del coche lentamente, la luz ámbar (del semáforo) brillaba frente a mi y dos coches mas, esa luz que cambia pronto y nos incita a acelerar; pero no hacia falta, iba tarde.
Subí el volumen de mi audio y mire a mi alrededor; en la esquina de aquel semáforo nacía una plaza que devoraba la luz del día con las hojas verdes que flotaban sobre las ramas de una decena de pinos y abedules. Descubrí un par de palomas que jugaban a comerse las migajas de pan que dejaba caer un moribundo; y a un costado de ellas sentado sobre un bote de pintura usado y viejo mire a aquel hombre viejo. Tenia su escaso cabello tenido de blanco y vestía un pantalón pequeño que no cubría sus piernas sino a la altura de sus rodillas, sentado en aquel parador de autobús leía atento las letras de una revista vieja y torcida.
De pronto el hombre hizo un gesto de dolor y cayó al suelo de lado, no se encontraba nadie alrededor, el hombre seguía con movimientos rígidos y torpes, intente orillar mi carro, pero estaba envuelto entre ellos, soné el claxon! pero fue inútil, solo recibí el insulto de quien conducía el coche de adelante. Volví la mirada nuevamente hacia aquel viejo.. y seguía inmóvil, entonces arranque lentamente con mi coche.. La luz verde me obligaba a seguir mi camino. Y continué pensando todo lo que puede pasar en tan solo 30 segundos.
Jorge Gauna
Simples Palabras
GaunArte!
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