Leñador...
Alguna vez leí la historia de un leñador, que todos los días
salía por las mañanas a cortar árboles, era un experto en el "Arte del
serrucho" , una mañana se topó con un árbol muy , muy grande, imaginó:
- que bueno sería poder cortar ese árbol,- podría darse una semana de vacaciones, y sería la historia más "conocida" por el pueblo cercano. Pues bien, comenzó a cortarlo, en su afán de cortarlo él sólo, ese mismo día y con tanto entusiasmo cada vez que cortaba y cortaba, se cansaba y se cansaba más, y, -hay que decirlo- el árbol era inmenso, y él sólo no podía cortarlo, sin embargo siguió intentando e intentando, pero en su afán y orgullo su hacha perdía filo, su cuerpo perdía fuerzas, y entrada la tarde ya no pudo más.. regresó a su casa molesto, cansado, y muy deprimido, ya que no había logrado terminar de cortar áquel árbol que le haría "cambiar su vida".
Al día siguiente renovó fuerzas y estaba dispuesto a culminar su trabajo, se dirigió al bosque, y tomó la misma ruta que el día anterior.... pero cual fue su sorpresa que al llegar al lugar, otro leñador ya se encontraba cortando el árbol, si, ¡su árbol! y los aplausos, la algarabía, el éxito y la felicidad eran para el otro leñador, que de "pura casualidad" se topó con el árbol medio cortado la mañana de ese día.
- que bueno sería poder cortar ese árbol,- podría darse una semana de vacaciones, y sería la historia más "conocida" por el pueblo cercano. Pues bien, comenzó a cortarlo, en su afán de cortarlo él sólo, ese mismo día y con tanto entusiasmo cada vez que cortaba y cortaba, se cansaba y se cansaba más, y, -hay que decirlo- el árbol era inmenso, y él sólo no podía cortarlo, sin embargo siguió intentando e intentando, pero en su afán y orgullo su hacha perdía filo, su cuerpo perdía fuerzas, y entrada la tarde ya no pudo más.. regresó a su casa molesto, cansado, y muy deprimido, ya que no había logrado terminar de cortar áquel árbol que le haría "cambiar su vida".
Al día siguiente renovó fuerzas y estaba dispuesto a culminar su trabajo, se dirigió al bosque, y tomó la misma ruta que el día anterior.... pero cual fue su sorpresa que al llegar al lugar, otro leñador ya se encontraba cortando el árbol, si, ¡su árbol! y los aplausos, la algarabía, el éxito y la felicidad eran para el otro leñador, que de "pura casualidad" se topó con el árbol medio cortado la mañana de ese día.
Jorge Gauna
Simples Palabras
Comentarios